Y sin embargo hoy hubo algo distinto: a las 9:45 de la noche, dos amigas charlan animadamente en un restaurante.
"...¡la ensalada está deliciosa!
Se ve rica..., a mi esta carne me recuerda a argentina.
¡Argentina!, que delicia viajar, conocer el mundo, vivir otras cosas...
Sí, a mi eso es lo que me da pereza de haber vuelto a este bendito país.
¿Qué?
Volver a lo de antes... "
Y qué es lo de antes... Muchos intentos por acaparar, por disfrutar, por abrazar una experiencia con la esperanza de encontrarla satisfactoria y dadora de plenitud; una y mil veces, lo de antes fue vivir muchas vidas en pocos días y darse cuenta al final, que no se sabe nada.
La conclusión, obvia desde siempre, por fin se hizo evidente esta noche: si ella se hubiese quedado como al principio, cuando, sin pretenciones, no sabía nada, seguiría estando en el mismo lugar. Sentada en el mismo restaurante, sosteniendo una conversación animada, pero con menos dolores.
Bendita ignorancia perdida para siempre, y en vano.
