Cuando me vuelva una cascarita de mandarina. Rota por llevar tanta semilla y sin nada por dentro.
...Entonces voy a ser la fruta perfecta. Un ser sin peso, vacío de todo, sin prejuicios, con etapas cumplidas.
Seré una forma de vida frágil y sabia, lista para volver a la tierra y convertirme en algo superior; para ser abono y cumplir mi papel en ese jardín tan inmenso que es el mundo.
Y que no me esperen los vivos, porque me voy a dar vida a otra parte.
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