Tiene la mala costumbre de estrellarse todos los días contra el vidrio, en sus intentos de nadar por los pasillos de la casa. Él no sabe que los peces no pueden volar.
Es un pez sin dignidad que asoma la geta por el borde del cristal cada vez que una mano aparece para tirarle bolitas de comida.
Oscar fue capturado cuando los mamiferos dominaron la tierra, es un prisionero de guerra que ha perdido la esperanza de volver al rio. Y es por ende y por último, un animal muy triste.
Irónico. A Oscar lo compraron con la idea de divertir a la famila.
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