A veces uno se encuentra palabras abandonadas de bocas pendencieras, esas que se pelean permanentemente con la razón, esas que buscan camorra con la lengua y azuzan improperios mostrando los dientes bien filosos, para que se crea que verdaderamente son palabras grandes, son PALABRAS MAYÚSCULAS, como si tuvieran un complejo de letra capital empezando editorial.
Ese es el firulete del "sabelotodo", que amarrando pequeñeces confeccionando una colcha de retazos con puras babas y aliento que sabe a rancio
A veces uno se encuentra palabras abandonadas de bocas pendencieras, esas que se pelean permanentemente con la razón, esas que buscan camorra con la lengua y azuzan improperios mostrando los dientes bien filosos, para que se crea que verdaderamente son palabras grandes, son PALABRAS MAYÚSCULAS, como si tuvieran un complejo de letra capital empezando editorial.
ResponderEliminarEse es el firulete del "sabelotodo", que amarrando pequeñeces confeccionando una colcha de retazos con puras babas y aliento que sabe a rancio