martes, 4 de septiembre de 2012

El único consuelo para tanta frustración es seguir en la nulidad, viviendo a punta de lengüetazos. Acurrucarse en el mismo sofá de todos los días y acomodarse la bigotera entre siesta y siesta. Y mirar por la ventana de vez en cuando, tratando de encontrar la lujuria perdida hasta en los pelitos de pasto.

Así se pasa los días Mr Pelusa, el gato castrado.

2 comentarios:

  1. Suele suceder con la ventana del computador buscando los vestigios de nuestros recuerdos, ese voyerismo del facebook

    ResponderEliminar