Había una vez una ballena que se enamoró de un submarino. Un amor imposible, muchos dirían con comprensible sensatez... Pero razón tenía Pablo Picasso cuando dijo que 'todo lo que puede ser imaginado, es real', y esta ballena, que era una gran admiradora del pintor, decidió que sí, era posible.
Y fue. Un ser de Dios y una maquina del hombre encontraron que su naturaleza era navegar, y que si dos podían nadar en un mismo mar, entonces el amor era sólo cuestión de coordinar velocidades.
Fin
Ilustración por Alberto Cerriteño
Esta es muy buena angela. El amor no tiene limite y Si uno se propono a algo con esfuerzos y sacrificios. Entonces esos echos se cumplen en realidades. Es como en comparacion de la frace que dice : Si de una fella rama nacio una Linda flor entonces Porque no de una bella amistad un lindo amor.
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